Esta semana encontré una recopilación de diseños innovadores de packaging, y además de parecerme interesante por sí misma, me hizo recordar una antigua reflexión al ver, una vez más, como efectivamente todo tiende a cambiar, evolucionar y a veces incluso sorprender.
Hace ya bastante tiempo, en un curso de diseño, vino un diseñador profesional a darnos una charla. No recuerdo su nombre pero si una pequeña reflexión que hizo (aproximadamente):
Una de las ideas que más peso tiene en esta profesión, para bien y para mal, es que todo evoluciona y cambia: gustos, tendencias, productos, etc… Esto es lo que en parte hace posible que nuestra creatividad se desarrolle y evolucione constantemente pues nos permite pensar y crear cosas nuevas y nos da las herramientas para que lo nuevo y diferente sea valorable o incluso deseable. Pero por otro lado, nos obliga a estar siempre alerta además de estar abiertos a cambios y desafíos que no siempre son fáciles para nosotros.
Aunque parezca una idea bastante sencilla u obvia, aquella pequeña reflexión me hizo ver por primera vez que esto del diseño iba a distar mucho de ser algo monótono, rutinario o cómodo y que si alguna vez me parecía alguna de esas cosas, es que algo no iba del todo bien.
Esta idea quizá pueda verse de forma especialmente clara en esta área del diseño, donde confluyen tanto la inercia evolutiva de mostrar cosas nueva y sorprender a los usuarios, la tecnología cada vez ofrece mayores posibilidades para que esto se produzca de forma más efectiva y contundente. El packaging viene desarrollándose desde hace más de un siglo, y ya a lo largo de su breve historia ha aportado creaciones realmente brillantes. Sin embargo quizá se podría decir que desde hace uno años esta forma de creación comercial está cobrando un auge especial. Esto puede deberse a muchos motivos: mayor competencia, mayor exigencia de los consumidores, o tal vez los efectos cada vez más evidentes de que vivimos en una época donde el envoltorio/continente pesa tanto o más como el contenido.
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En cualquier caso, si dejamos a un lado los aspectos más comerciales o frívolos del packaging, creo que hay un aspecto positivo importante de todo esto y es que el diseño y la creatividad cada vez forman parte con mayor intensidad de nuestra vida cotidiana.
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